La metodología de Complejidad Económica (CE) utiliza datos de alta resolución sobre las actividades que están presentes en una geografía determinada para predecir la dinámica de desarrollo de países, ciudades y regiones en general. El marco teórico de la CE pueden utilizar diferentes fuentes de datos (empleo, producción, exportaciones, patentes). Por lo general, la regla es utilizar los datos con mejor resolución y manifestación de las actividades económicas.
La complejidad está relacionada con las capacidades, recursos, tecnologías, capital humano e infraestructura requeridas para su desarrollo. Una medida de dicha complejidad es el Índice de Complejidad Económica (ECI), el cual captura qué tan compleja es una economía identificando tanto las actividades que puede desarrollar con éxito como en qué otros lugares están presentes esas actividades. La CE se puede aplicar utilizando datos de fabricación, ventas o exportación de productos, en cuyo caso se habla de Complejidad Económica de Productos (PCI) y también se puede calcular utilizando datos de empleo o producción de actividades económicas mediante el Indice de Complejidad de Actividades Económicas (ACI).
De acuerdo con el Observatorio de Complejidad Económica, en 2022 México fue la economía número N/A en exportaciones totales, la número 13 en importaciones totales y la economía 22 más compleja en términos del ECI.
En el segundo semestre de 2022, los estados más complejos de México con respecto a la acumulación de capacidades medidas por el tamaño de la fuerza laboral fueron Nuevo León (1.78), Querétaro (1.64) y Baja California (1.28). Las zonas metropolitanas más complejas con base en el criterio anterior fueron N/A.